Todas las conversaciones políticas conducen a un mismo monotema: cuántos votos hacen falta para sentirse ganador el domingo. Después de escuchar cientos de argumentaciones queda claro que ese día habrá una pelea por la gobernación, en la que hablan de cientos de miles de votos; y otra para conseguir una banca legislativa que apenas ambiciona unas decenas de miles de sufragios.
Candidatos alperovichistas de la capital, por ejemplo, están obsesionados con superar los 40.000 sufragios. Con eso están convencidos de que se convertirán en una de las listas más votadas. Paradójicamente, algunos opositores festejarían hasta el día siguiente si se les garantiza que lograrán cerca de la cuarta parte de eso: entre 9.000 y 10.000. En el medio están los que dicen que cuentan con entre 16.000 y 22.000 votos.
Entre los primeros se encuentran líderes de los acoples más fuertes, que disponen de los recursos necesarios para enfrentar cómodos la elección. Dicen que 40.000 sufragios les permitirá sentar cuatro legisladores en la futura Cámara. Los que piden 10.000 lo hacen porque saben que con eso llegan tranquilos a una banca. El tercer grupo quiere lograr dos escaños.
En la capital 47 listas -una treintena responde al alperovichismo, entre acoplados y la "lista oficial", y el resto, a la oposición- pelean voto a voto por llegar a alguno de aquellos dos números mágicos descriptos arriba. Por la cantidad de listas (casi doble que en 2007) y por los porcentajes de abstención y de votos en blanco y nulos, los propios dirigentes se animan a pronosticar que la lista más votada superará apenas los 40.000 sufragios.
A partir de esa suposición, en los bares hay quienes se ilusionan que con que unos 8.500 votos les darán una banca. Y están los más prudentes, aquellos que confían en que si superan los 10.000 podrán festejar el domingo la obtención de una poltrona legislativa. 
Sea como fuere, y tomando incluso los cálculos más optimistas, la nómina que más legisladores siente en el recinto -por la sección electoral capital- con suerte llegará a los cuatro parlamentarios. Y un gran número de listas apenas obtendría una única banca.
El domingo 14, cuando se realizaron las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), el oficialismo consiguió, en la capital, casi 161.000 adhesiones, sobre un total de 300.744 (votó cerca del 80% del padrón de 403.221 electores). Aun cuando ese número se incremente, deberá dividirse en la cantidad de listas alperovichistas: arriba de 30. De allí a que con 40.000 votos a un acople le baste para pelear los primeros puestos en la general.
En el extremo de la oposición está la Unión Cívica Radical, que cosechó en las PASO casi 52.000 votos. Si esos guarismos se repitieran el domingo se verán sonrisas, porque significaría la obtención de cinco bancas. Sin embargo, en la sumatoria final resultará perdidosa, ya que la cosecha de los acoples alperovichistas superará ampliamente este número.

Claves
En Tucumán, el sistema D'Hont debe aplicarse sobre las bancas de cada sección electoral: 19 en la capital, 18 en el oeste y 12 en el este.

Las 49 bancas en la Legislatura y en los Concejos Deliberantes de las 19 municipalidades se reparten mediante el sistema electoral D'Hont.

El total de los votos obtenidos por cada lista es dividido por uno, por dos, por tres y así hasta llegar al número igual al de los cargos a cubrir.

Los cocientes resultantes, con independencia de la lista de que provengan, son ordenados de mayor a menor en número igual al de los cargos a cubrir.